miércoles, 18 de mayo de 2011

"Las Ofelias del Mundo". Opinión.

Es una estrella fugaz en el cielo de la tragedia. Apenas aparece, desaparece; brilla para desvanecerse. Son sus formas tan vagas, que nos parecen impalpables; es su influencia tan rápida, que nos parece nula. Y, sin embargo, no hay expresión de su rostro, palabra de sus labios, ademán de sus manos, quejido de su corazón, lamento de su alma, que no quede grabado en nuestro espíritu, que no guarde con cuidado el corazón, que no se complazca en representar la fantasía. Ha caído la estrella fugitiva, y aún divisan los ojos su estela luminosa.
Eugenio María de Hostos

Antes de empezar mi opinión sobre la obra “Las Ofelias del Mundo” es importante saber ¿quién es/fue Ofelia? Pues ella es un personaje de la obra “Hamlet” de William Shakespeare. El texto nos cuenta que Ofelia era cortejada por Hamlet sin embargo esta relación fue prohibida por su progenitor y ella accedió a sus mandatos a pesar de su amor. Luego Hamlet pierde la confianza en su amada ya que ella al ser manipulada por su padre le responde con mentiras. Ofelia enloquece luego de enterarse que Hamlet mató accidentalmente a su padre y termina ahogándose en un rio.

“Las Ofelias del Mundo”, dirigida por Eunice Payés (bailarina que conozco de varios años y admiro mucho),  es sin duda un homenaje a la mujer, pero no a cualquier mujer. Es un halago a la mujer que ha roto esquemas y no se resigna, a la mujer que se arriesga y lucha en contra de su realidad  y contexto, a la mujer que ha logrado sobresalir y marcar la historia y ha abierto el paso a que otras mujeres lo hagan también, enfocado a la realidad salvadoreña.

La obra se centro en mostrar las dificultades que una mujer salvadoreña tiene para desarrollarse en diferentes ramas artísticas mostrando escenas cotidianas con cierto humor, fueron interpretadas por Regina Cañas y María Ángel Velis, se tocaban temas como el cuestionamiento al no seguir los patrones establecidos; la rivalidad, competitividad, hipocresía, envidia, edad y lazos de amistad  que existen entre artistas. También se presentaron los obstáculos y limitantes que la familia puede llegar a poner al momento de querer desarrollarse en un ámbito de este tipo, escenas con las cuales logré identificarme, ya que mi hermana desarrollándose en danza, yo en fotografía hemos vivido y visto situaciones parecidas y así entre otras situaciones que toda persona comprometida con su arte ha pasado.    

Junto con esto se intercalaban escenas de danza contemporánea realizadas por Ana Alvarado, Isabel Guzmán, Eunice Payés, Fátima Alfaro y una bailarina más, no menos importante, cuyo nombre no recuerdo (disculpas del caso). Ellas se encargaban de llevarnos a ese mundo de emociones y sentimientos que las palabras no son capaces de describir a plenitud. La pasión, la frustración, la locura, etc. que el proceso de formación (que nunca termina) causa en la mujer y me atrevo a afirmar que también a muchos hombres que deciden desarrollarse en el arte.

Quiero destacar la participación de Isabel Guzmán, hija de Eunice Payés, a la cual he podido observar bailar en otras ocasiones, sin embargo, en lo personal me dejó boquiabierto cuando interpreto una canción dentro de la obra. Su voz y potencia me parecieron increíbles (por algo cantó junto a Lucia Sandoval, Soprano) confieso que no se mucho sobre canto pero como público quedé atónito y más que satisfecho con la interpretación.

Al finalizar nos introducimos en un recorrido por varias “Ofelias” mostradas en un video, debo admitir que me siento orgulloso de conocer a varias de ellas. Entre las mencionadas estaban Lucia Sandoval, Tania Madrigal (cuya foto presentada es de mi autoría y desconocía que fue utilizada hasta que la vi proyectada), Mayra Barraza, Xenia Vaquerano, Claudia Lars, Alicia Meyer, etc. Cada una destacando en ámbitos distintos. Considero que hicieron falta muchas más mujeres pero estoy consciente que si las ponían a todas hubiera sido un video eterno.

Los elementos utilizados consistían en cuatro bancos de madera, un vestuario sencillo al cual dependiendo de la escena le agregaban accesorios y un juego de luces, que para toda pieza que se presente tiene un papel determinante. En el caso de “Las Ofelias del Mundo” observé una dinámica básica en cuanto a luces, sin embargo (fuera a propósito o no) las sombras que producían en la pared de fondo tomaban un papel protagónico creando un muy buen efecto visual en relación a lo que las bailarinas realizaban, especialmente. 


En general me gusto mucho y la recomiendo, se logra aprender e identificar muchos aspectos del arte, uno sale de la sala con una gama de puntos de vista y realidades que a pesar de estar presentes muchas veces no los vemos. Creo que Eunice, con esta obra, quiere hacer un llamado de atención a que evolucionemos como país, para que culturalmente no detengamos a personas talentosas, mujeres que con un mínimo apoyo pueden alcanzar muchas cosas. Amo las obras que rompen la cuarta pared pero por otro lado me hubiera gustado ver más integrados a la danza y al teatro ya que fueron pocas las veces (si la mente no me falla) que pude verlos al mismo tiempo en el escenario.

Para terminar es importante reconocer que es un proyecto digno del Premio Ovación (premio entregado por Fundación Poma a un proyecto artístico), el cual ganó en el año 2010.

¡Felicidades a todos lo que hicieron esta obra posible! 


Tania Madrigal, Bailarina. 



  

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